Consejos para potenciar la libido.

Momento de la recuperación ¿Tienes la pasión algo aletargada últimamente? Un fastidio para ambas partes. Darse un revolcón de vez en cuando entre las sábanas es muy sano para la mente y el cuerpo. Así que tomad buena nota de las siguientes pautas y abrid una nueva ventana a la vida sexual.

Da un rodeo. Separa la vida laboral de la vida privada. Es bueno elegir el camino más largo de vuelta a casa para dar un paseo; “es un consejo que suelo dar a mis clientes, porque así no se llevan el estrés laboral a casa, de esta manera uno reflexiona sin tener que hacerlo cuando llega a casa” “¡Cuéntame cariño!”

¿Te cuesta liberarte del estrés y llegas a casa dándole vueltas a la cabeza? Entonces es difícil quitártelo del pensamiento y ocultárselo a tu pareja. Puede que baste con un “mejor luego”, pero sin olvidar que hace falta dar una explicación más tarde. Un ambiente tenso no favorece a la pasión sexual.

Directos al tema. Seguro que todos hemos tenido que ir a entrenar, pero no tenemos ganas. Llegamos a casa y nos tiramos sobre el sofá… y ya entonces no hay quien nos levante. Lo mejor es coger la bolsa de deportes y salir directamente al gimnasio. El sexólogo Janssen considera que “con el sexo ocurre igual que con el entrenamiento”; a veces funciona, pero en otras ocasiones no. Muchos pacientes dicen “¿Por qué no lo hacemos más a menudo de esta manera? Así no nos costaría tanto”

¿Qué es lo que no quieres?

El sexo no tiene por qué durar una hora, ni hacen falta dos orgasmos ¿Te cansa esa idea? También se puede echar uno “rapidito”. Según Janssen, “El sexo no es una ciencia exacta, podemos hacer que sólo se corra nuestra pareja o viceversa. Eso mantiene viva la emoción, pero sin necesidad de que el acto dure horas y horas”

No hay un santo remedio. Ni vestirse de rojo o darse un masaje; ni comer ostras o chocolate os subirán la libido, por mucho que se hayan mitificado estas prácticas. Algunos nutricionistas franceses aseguran que los alimentos no funcionan en este sentido. Una cosa sí es cierta, el sexo es bio-psicosocial, y hay muchos factores que lo determinan, pero no siempre hay atajos para lograr objetivos. Puede que el estrés se la excusa; pero quizá existan otros problemas subyacentes.