¿Se te cae el pelo?

Pelos en la almohada, en el cepillo, en el peine o en desagüe de la ducha. Preocupado te preguntas “¿voy a quedarme calvo?”. Quieres aferrarte a tu voluminoso cabello y no lo quieres ver desaparecer poco a poco

Todos perdemos pelo, pero afortunadamente este vuelve a crecer; sin embargo, si la pérdida supera considerablemente a su crecimiento, es evidente que tenemos un problema que a nadie le agrada.

Rápidamente nos planteamos si padecemos de pérdida (anormal) de pelo. Si observamos más pelos de lo normal en el cepillo o en el lavamos, esto hace saltar las alarmas

En el caso de que se dé alopecia en las mujeres, esta puede observarse en menor densidad, como por ejemplo en una cola más delgada. En el caso de los hombres es mucho más fácil de detectar ya que se observan claramente las llamadas “entradas”. La línea de nacimiento de cabello sobre la frente se retrae y aparece un claro en la coronilla.

La caída del cabello y la calvicie suelen depender de un factor genético. Si existen antecedentes en nuestra familia, lo más probable (no seguro) es que también nos afecte a nosotros. Lamentablemente, no existen fármacos milagrosos frente a esta condición genética.

Por supuesto, existen productos en el mercado, pero siempre es complicado determinar su eficacia. Quizá nuestro médico nos pueda asesorar.

Además de la predisposición genética, puede haber otros factores que determinen la pérdida capilar; por tanto, es aconsejable acudir a los profesionales.

Por ejemplo, una pérdida anormal puede ser el síntoma de un cambio en el equilibrio hormonal o de una enfermedad. También puede ser el efecto secundario de algunos tratamientos. En otros casos, puede deberse a “mal cuidado” capilar (por ejemplo, exponerlo a técnicas o productos químicos agresivos). El estrés o la dieta son también factores condicionantes. Debemos acudir a médico para determinar en consenso la causa de nuestra alopecia y los pasos que debemos seguir.

No olvidemos que nuestros peluqueros pueden asesorarnos muy bien para disimular en lo posible nuestra pérdida de pelo. Un nuevo corte puede a veces “venirlos al pelo”.